5 Problemas de las empresas constructoras

1. Superintendentes de obra: La verdad es que en cualquier negocio se requiere contar con líderes de proyecto con la capacidad de llevar nuestros barcos a buen puerto. En el caso de la construcción esta no es la excepción, ya que a pesar de que una empresa cuente con sistemas de control, si el líder que este en un proyecto en específico no tiene la capacidad suficiente de planeación, administración, control, etcétera, no se cumplirán los objetivos planteados.
En DIMSA hemos tenido este problema en muchos proyectos, y la realidad es que la mejor forma de controlar este problema es contando con Coordinadores de Obra que supervisen las labores de los superintendentes y llenen los espacios que les haga falta a ellos. Por ejemplo, si el superintendente es muy técnico, el Coordinador deberá de tomar las labores administrativas con más detalle. Y viceversa, si el superintendente es muy administrativo, pero poco técnico, el Coordinador deberá de tener más énfasis en esa parte.
2. Flujo de efectivo: Los flujos de efectivo de las constructoras suelen ser bastante negativos, esto se debe a que en muchos casos la revisión, aprobación y pago de los trabajos suele ser muy tardada ya que se tienen que revisar a detalle los trabajos terminados. En los casos que no hay anticipo, esto es peor, pero inclusive cuando se otorguen anticipos de hasta el 30%, la compra de materiales por adelantado suele significar más inversión que el anticipo otorgado.
La mejor forma de llegar a contrarrestar este problema, es entregando regularmente tanto generadores como estimaciones por pequeños que sean los montos. En muchos proyectos, se comete el error de que cuando se empieza una obra, y como se cuenta con el anticipo, no se dan a la tarea de hacer generadores y estimaciones para pago. Por lo que cuando llega el momento de cobrar, se lleva mucho tiempo en la elaboración de la documentación necesaria. En cambio, si desde el día uno se elaboran los generadores, la cobranza y el flujo serán mucho mejores.
3. Precios Extraordinarios: Los precios no considerados en los catálogos originales siempre serán un problema en los contratos por precio unitario. Esto debido a que la conciliación del costo de los mismos puede tardar mucho tiempo, pero su ejecución puede ser vital para continuar con trabajos que si se incluyen en el contrato original.
Cada cliente tendrá sus formas de autorizar los trabajos extraordinarios, sin embargo, de manera interna, las empresas deben de tener su propia organización para la elaboración de los precios. Esto generará que, si el proceso de autorización es complicado, este no se alargue más debido a problemas internos de las constructoras. Es importante que existe una persona responsable tanto de la entrega de los precios como capacitada para conciliarlos en caso de que se requiera. 
4. Volúmenes reales: En proyectos a precio unitario, es también muy probable que los volúmenes de contrato sean muy diferentes a los volúmenes ejecutados. Esto puede ser tanto volúmenes menores como volúmenes excedentes. En ambos casos, las empresas constructoras se pueden ver afectadas. En menos porque no se llegaría al monto de contrato, y en más porque no habría solvencia de pago. Pero también esto afecta en las economías de escala, en los análisis de precios y en muchas cuestiones de costo que no se tomaron en cuanta.
La mejor forma para contrarrestar este problema es tener una etapa de planeación al principio de los proyectos, donde entre otras muchas cosas, se haga una cuantificación real de los volúmenes ejecutables. Este tipo de procedimientos serán muy beneficiosos tanto para las empresas como para sus clientes, ya que se les puede informar con mucha anticipación ciertas fallas que se tengan.
5. Suministro de materiales: Los suministros de materiales siempre serán uno de los más grandes problemas de un constructor. No solo por los tiempos de entrega y los problemas con los proveedores, sino también con las especificaciones, los materiales extraordinarios, los volúmenes correctos, el flete, entre muchos otros problemas.
El proceso de compra va muy relacionado con los volúmenes reales, y con la etapa de planeación, donde los superintendentes de obra, envíen de forma correcta y anticipada las requisiciones de materiales a los encargados de compras de cada empresa. Sin la información correcta y con una mala comunicación entre ambas partes, el suministro de materiales estará condenado a fracasar.

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