Antes que nada, tenemos que decir que, derivado de la evolución de la inversión pública y privada, la posición de México en la competitividad internacional se ha deteriorado. Y uno de los requerimientos básicos dentro de los 12 pilares del Foro Económico Mundial para calificar a los 137 países es la infraestructura.

En el reporte 2019 México ocupa el puesto número 48 de este ranking con una puntuación de 64.95, mientras que en infraestructura estamos en el lugar 54 con 72 puntos. El problema radica en la gran diferencia que existe entre México y nuestros socios comerciales como Estados Unidos, Canadá, China y Alemania que se encuentran en los primeros lugares del ranking.

De acuerdo al Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de diputados con cifras de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, de 2010 a 2019 el promedio de gasto de Obra Pública fue de $607,077.2 millones de pesos. Tenemos que decir que de 2016 a la fecha este gasto ha estado por debajo del promedio, donde el 2018 fue el peor año con $415,838.2 millones de pesos, sin embargo, en todos los años se aplicaron más recursos de los aprobados.

Toda esta información es para ilustrar la importancia que tiene la obra pública para el desarrollo del país, lamentablemente la obra pública ha sido manchada por muchos motivos que van desde la corrupción como el más importante hasta la falta de pago. Sin embargo, hoy queremos ilustrar las 5 ventajas de trabajar en obra pública para promover la participación de las constructoras mexicanas en proyectos públicos.

Número 1: La Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las Mismas es muy justa tanto para las dependencias como para los contratistas. Cuando se trabaja con un privado, los contratos pueden ser muy leoninos y con mucha ventaja para el contratante, en cambio, en la obra pública la ley está por encima de prácticamente cualquier contrato.

Número 2: La Bitácora Electrónica que se utiliza en muchas dependencias del gobierno es una gran forma de evitar de fechas de entrega y recepción de documentos, ya que todo queda guardado con fecha y hora. Aparte de que todo lo que este en la bitácora tiene validez legal. En cambio, las bitácoras que se llevan en muchas obras privadas suelen tener muy poca validez legal.

Número 3: Todas las propuestas en un contrato público se abren en una fecha y lugar previamente pactados y no se pueden modificar. En cambio, en los concursos privados una vez que el cliente cuenta con las propuestas, es muy probable que solicite descuentos a alguno de los contratistas para darle el proyecto. Generando un tema de injusticia en la competencia y de reducción de márgenes por generar ingresos.

Número 4: Las licitaciones públicas están aprobados por los presupuestos para ese periodo, por lo que se presupone la solvencia de pagos. Muchos clientes privados, al no tener los recursos etiquetados como el gobierno pueden llegar a tener algún problema financiero que no les permita cumplir con los pagos acordados por contrato.

Número 5: La Función Pública es un organismo del gobierno que vigila que los servidores públicos federales se apaguen a la legalidad en el ejercicio de sus funciones, por lo que si hay alguna inconformidad por parte del contratista hacia el cliente se pueda acudir a un tercero antes de tener que ir directamente a un juzgado. Muchas veces este organismo apoya en la interpretación de la ley.